“La vitalidad de la Congregación depende sobre todo de la formación de sus miembros” (Const. 116), en todos sus aspectos: humano y sobrenatural; intelectual y práctico; espiritual, cultural y apostólico.
Miles Christi quiere ofrecer a la Iglesia y al mundo religiosos y Sacerdotes formados en la excelencia; aptos para responder a las necesidades cambiantes de la sociedad en que deben vivir; espíritus que estén a la altura de los grandes ideales a que aspiran; hombres a los que les horrorice la mediocridad y la vulgaridad de alma.
Las humanidades, la filosofía y la teología -cultivadas bajo la guía del Doctor Angélico, Santo Tomás de Aquino-, el latín, e incluso el arte y la música, conforman el riquísimo acervo cultural cristiano del que se nutren -en un prolongado y sólido proceso de formación- los jóvenes que se suman a las filas de nuestra mínima Milicia.