Para llevar a cabo su misión dentro de la Iglesia, las Consagradas poseen un programa de formación integral que las capacita en el campo espiritual, humano, intelectual y social.
Los primeros años de formación sirven para que reciban una buena base humanística, filosófica y teológica que las prepare para los estudios y apostolados posteriores. Como así también aprenden los principios de la vida Consagrada y viven ordenadamente sus primeros años de vida comunitaria, consolidándose en su vocación.
Es el momento más adecuado para sellar a fuego en estas almas elegidas la imitación de la pureza de Santa María Virgen, la “Purísima”, toda Inmaculada, toda hermosa.
Formación permanente
La formación permanente es una exigencia intrínseca de la vida en la Asociación. Todas deben aplicarse de por vida al propio crecimiento humano, intelectual y religioso. Esta formación implica una constante conversión al Evangelio y a sus criterios, y las capacita para aplicarse mejor a su misión apostólica.
Además de los encuentros periódicos en comunidad y de la concurrencia a cursos específicos de renovación espiritual, apostólica y doctrinal, Miles Christi impulsa que cada Consagrada dedique diariamente un tiempo adecuado al estudio personal y permanente.