En esos días santos, los jóvenes ocupan buena parte del tiempo, en la liturgia. Ante todo, se rezan y cantan a dos coros, en comunidad, todas las Horas del Oficio divino. Y, por supuesto, participan de las ceremonias litúrgicas propias de cada día.
Para ayudar al clima de oración, los sacerdotes de Miles Christi tienen a cargo pláticas espirituales, meditaciones guiadas y conferencias, especialmente dedicadas a estos jóvenes.
Durante esta Semana Santa de jóvenes se realizan trabajos grupales, reflexiones y debates, donde los participantes pueden profundizar los misterios de estos días desde distintas ópticas –análisis de textos bíblicos, aportes de los Padres de la Iglesia, estudios teológicos, etc.-.
El Viernes Santo, durante el Via Crucis de la noche, del que participa toda la comunidad parroquial, los jóvenes llevan a cuestas, por turnos, una réplica de la Cruz de las Jornadas Mundiales de la Juventud, cuyo original fue bendecido por San Juan Pablo II.
El Sábado Santo, luego de la Solemne Vigilia Pascual, los jóvenes comparten una alegre cena festiva acompañada de cantos y juegos.
Y así, en un ambiente de piedad y amistad cristiana, esta actividad ayuda a que estos jóvenes puedan aprovechar al máximo el Triduo Pascual, saliendo de estas intensas jornadas, fortalecidos en su fe y su amor a Cristo y a la Iglesia.